jueves, 24 de enero de 2013

¿A qué huele la brisa del mar?




Uno de los recuerdos que mantenemos en nuestra memoria es aquél en el que nos sentamos en la orilla del mar divisando el horizonte y respiramos profundamente... sí, ese olor característico que nos trae recuerdos y que nos relaja tiene un nombre menos bonito y relajante, el compuesto del que hablamos es el Sulfuro de dimetilo.
File:Dimethyl sulfide structure.svg
Fórmula del Sulfuro de dimetilo (DMS). Fuente:Wikipedia


Quizás nunca hayas oído hablar de este compuesto pero le debemos mucho ya que es un gran regulador climático y por ello, podemos tener el clima actual en nuestro planeta.
Las algas liberan este compuesto como mecanismo de regulación para compensar el exceso de sal que contiene el ecosistema marino. Este mecanismo se ha dado durante la evolución de las especies que a su vez ha contribuido a la evolución del clima hasta llegar a la actualidad, y la emisión de este compuesto sigue llevándose a cabo.

¿Pero que origina que este compuesto tenga la capacidad de regulación del clima?
El sulfuro de dimetilo es un nucleante formador de nubes lo que quiere decir que tiene la capacidad de "reunir" las partículas de agua, consiguiendo aumentar la masa y densidad de las mismas. Se formará finalmente una nube sobre la superficie del océano que hará un efecto reflejo sobre las radiaciones solares devolviéndolas al espacio. Este fenómeno de reflexión de luz se llama albedo y sirve para disminuir la temperatura global del planeta ya que es la antítesis al efecto invernadero. Por ello, gracias al sulfuro de dimetilo la tierra es más fría de lo que constaría sin la disponibilidad de nubes sobre la superficie terrestre.


Ciclo de formación de nubes gracias al sulfuro de dimetilo. Fuente: PLOCAN


Además al condensar las masas de aire húmedas y desplazarse por los continentes, el sulfuro de dimetilo proporciona lluvias sobre las masas continentales que al precipitarse sobre las rocas, arrastrarán consigo iones que llegarán de vuelta al mar por el curso de los ríos.
Por tanto, aparte de ser formador de nubes, el sulfuro de dimetilo es una fuente de alimento para los organismos marinos ya que aporta nutrientes de un medio saturado como es el ecosistema terrestre, a un medio con una concentración de nutrientes menor.

Ahora cada vez que nos sentemos en la orilla del mar y respiremos el olor de la brisa marina nos acordaremos que gracias a este olor característico, entre otras cosas podemos disfrutar del clima templado que se presenta en la actualidad.

lunes, 7 de enero de 2013

La Tierra es un ser vivo

La Tierra al igual que nosotros posee vida, esta teoría fue descrita por James Lovelock en 1969 aunque no se publicó hasta 1979 suponiendo un escándalo en la comunidad científica. Muchos biólogos, geólogos y otros expertos se opusieron a esta teoría argumentando que los cambios producidos en la tierra se deben a fenómenos físico-químicos.

Lovelock asegura que la Tierra se autorregula a si misma y que los seres vivos son los que mantienen esta homeostasis permitiendo a su vez, que nuestro planeta tenga unas condiciones adecuadas para albergar la vida. Esto quiere decir que gracias a la vida se puede permitir la vida.

Para explicar su teoría, Lovelock propuso el modelo "Daisyworld" o mundo de las margaritas, en la cual supone un planeta ficticio de las mismas características de la Tierra y un astro que proporciona energía del mismo tamaño que nuestro Sol actual, el cual, al principio de su vida presenta menos luminosidad e intensidad y ésta va aumentando conforme la estrella va envejeciendo.

En el mundo de las margaritas hay 2 especies, las margaritas negras que debido a este color absorben más energía, por lo que pueden vivir en un medio ambiente más frío ya que aprovecharán más los rayos del Sol que les llega. Y las margaritas blancas, que debido a su color reflejan la luz solar por lo que en medios más calurosos pueden sobrevivir más ampliamente que las margaritas negras.

Se puede entender que al principio de la era, habrá un predominio de margaritas negras ya que la Tierra es más fría porque los rayos solares son menos intensos. A medida que va avanzando, el planeta se irá poblando de margaritas negras, cubriendo todo el sustrato y disminuyendo el albedo, por lo que la Tierra se irá calentando poco a poco, aumentando así la expansión también de margaritas blancas, si llega un punto en el que la Tierra es muy caliente, las margaritas negras morirán dejando paso a las blancas, que tendrán su momento de expansión. Debido a su color aumentará el albedo del planeta, por lo que la Tierra se irá enfriando y volverá a permitir la colonización de margaritas negras.

Como podemos ver este modelo plantea una regulación realizada por las propias margaritas que adecuarán la temperatura para que se permita la vida, finalmente se llega a un equilibrio en el cual el ambiente es apto para los dos tipos de especies.

Arriba: Variación de las especies de margaritas según la intensidad solar. Abajo: Comparación de la temperatura de la Tierra, con o sin margaritas. Véase como las margaritas regulan la temperatura de la Tierra.

Este modelo se puede ampliar a más especies y en todas se demostró esta regulación.

Hoy en día se ha aceptado que la Tierra es un ser vivo, y por ello debe ser cuidado ya que también al igual que nosotros sufre enfermedades que pueden deteriorar su salud.

Los desastres catastróficos que provocan extinciones masivas se pueden tomar como lesiones que sufre este ente y del cual se vuelve a recuperar, pero el ser humano actualmente está haciendo mucho daño, el cambio en el equilibrio atmosférico que generamos debido a las emisiones de gases de efecto invernadero es como si generaran en la tierra una enfermedad pulmonar y debemos pensar que los principales afectados somos todas las "células" que forman parte de este gran ser vivo, estas células somos todas las especies que poblamos la Tierra.